Desarrollo físico, cognitivo y social en la adultez media
De los cambios durante
esta etapa tenemos los psicomotrices y sensoriales, los cuales son muy
pequeños, graduales y casi imperceptibles siendo la vista y la agilidad los más afectados. Los problemas que se
presentan comúnmente de la vista se dan en cinco ámbitos: visión cercana,
visión dinámica (lectura en movimiento), sensibilidad a la luz, búsqueda visual
y velocidad de procesamiento de la información visual. Es muy común a esta edad
la pérdida de agudeza visual. La presbiopía es otro de los padecimientos que se
da de la vista lo cual es la reducción de la capacidad de enfocar objetos
cercanos, la miopía o vista corta también aumenta.
Entrada la adultez media hay una pérdida gradual del oído
mejor conocida como presbiacusia, se limita a los sonidos de frecuencias más
elevadas. La pérdida del oído es dos veces más rápida en hombres que en mujeres,
esto es debido a la exposición continua a ruidos ambientales, ruido en el
trabajo, escuchar música muy alto, etc.
La reducción de la sensibilidad al gusto y al olfato
empieza a darse a los 50 años, al perder sensibilidad las papilas gustativas y
reducirse las células olfativas, los alimentos son muy insípidos, es por eso
que en muchas ocasiones las personas de esta edad comienzan a utilizar más
sazonadores para darle “más sabor” a sus alimentos, estas pérdidas se dan más
en los hombres que en las mujeres, aunque algunos pierden sensibilidad a los
alimentos salados mientras otros a los amargos, ácidos y dulces.
La sensibilidad al
tacto comienza a disminuir a partir de los 45 años y la sensibilidad al dolor después de los 50 aunque sí se conserva
la protección al dolor; aun, aunque las personas sientan menos dolor, la
capacidad de ser tolerantes se reduce. Lo que es la fuerza y la coordinac0ión
también comienzan a fallar de manera gradual debido a que hay pérdida de fibras
musculares que son sustituidas por grasa tornando a la persona débil y con poca
movilidad física pero con ejercicio regular
se puede prevenir esto e inclusive recuperar la vigorosidad. La
resistencia física se conserva más que la fuerza. Todos estos cambios pueden
ser perjudiciales o su transición menos agresiva si se lleva una vida
productiva, con ejercicio, una buena alimentación; toma de vitaminas y/o
suplementos, en pocas palabras, calidad de vida.
Los cambios que se dan lo sexual y reproducción son muy
notorios. En la mujer en cuanto a cambios hormonales, hay una baja de
estrógenos y progesterona que va acompañado de bochornos, resequedad vaginal y
disfunción urinaria. Los cambios en la sexualidad: hay menos excitación, los
orgasmos son menos frecuentes y más rápidos. La etapa reproductiva termina. En
el hombre hay una baja de testosterona, hay una pérdida de excitación
psicológica, las erecciones son menos frecuentes, los orgasmos son más lentos,
hay un mayor tiempo de recuperación entre eyaculaciones y existe un mayor
riesgo de disfunción eréctil. A diferencia de la mujer la capacidad reproductiva
continúa aunque hay disminución de fertilidad.
La hipertensión, el cáncer, la diabetes, la osteoporosis
y el cáncer de mama son padecimientos de salud muy usuales al entrar en esta
etapa. La hipertensión se manifiesta si la persona lleva una dieta rica en
grasas, sales y poca actividad física; la intolerancia y la hostilidad son
factores que elevan el riesgo de sufrir hipertensión igualmente. El cáncer ha
pasado a sustituir a las enfermedades cardiovasculares[4] como la principal causa de mortandad en las
edades de 45 a 64 años, debido a que se han dado mejoras en el tratamiento de
las mismas. La diabetes es la cuarta causa principal de muerte en esta etapa,
comúnmente aparece después de los 30 años y va en aumento junto con la edad si
no se tienen los cuidados necesarios para su control. En la mujer la pérdida
ósea incrementa en los primeros 5 a 10 años después de iniciada la menopausia
ya que las concentraciones de estrógeno se reducen lo cual contribuye a la
absorción del calcio, esta pérdida provoca la osteoporosis, condición que
provoca que los huesos adelgacen y se vuelvan quebradizos dando pie a huesos
rotos con cualquier caída afectando la calidad de vida.
Lo que no se usa, se atrofia. Se cree que las facultades
cognoscitivas disminuyen al entrar en la etapa media. De acuerdo a unos estudios realizados por
Schaie[5]
en donde se les aplicaron varias pruebas para medir sus facultades mentales (significado
verbal, fluidez verbal, razonamiento numérico, orientación espacial,
razonamiento inductivo y velocidad perceptual) las personas de mediana edad
están en la cúspide de sus facultades, probando equivocada la Escala de Weschler.
Dentro de estos estudios, los individuos que obtuvieron mayor puntuación venían
de familias unidas, con altos niveles educativos, razonamiento flexible y con
profesiones de alto grado de complejidad.
De acuerdo a los estudios de Horn y Cattell se distinguen
dos aspectos de la inteligencia, la fluida y la cristalizada. La fluida es la
capacidad que la persona tiene para resolver un problema nuevo sin hacer uso de
sus conocimientos previos, a diferencia de la cristalizada, la cual es la
capacidad de retomar información ya aprendida y seguirla utilizando. Ambas
mejoran con la edad. La fluida alcanza su cúspide durante la adultez temprana
mientras que la cristalizada va mejorando en la edad media y le sigue hasta la
vejez.
Como se mencionó en párrafos anteriores, se cree que las facultades cognoscitivas disminuyen en la edad media pero es todo lo contrario. La edad y la experiencia de vida es una buena base para poder resolver y llevar a cabo muchas tareas y trabajos que se viven a diario. Forma parte de esto es la creatividad, muchas personas que han tenido grandes logros en las diferentes ramas del arte son personas entre los y 60 años. El CI no está relacionado con el desempeño creativo que pueden mostrar, estas personas tienden a ser muy creativas, arriesgadas, independientes, perfeccionistas, innovadoras, flexibles y lo más importante, abiertas a nuevas ideas y experiencias.
El adulto medio tiene la oportunidad de seguir creciendo
como persona, ya que cuenta con la capacidad cognitiva suficiente para avanzar
en el ámbito laboral y en sus estudios si es que lo requiere. Se fija metas,
sabe lo que quiere en la vida, es más responsable debido a que tiene familia o
simplemente quiere superarse, haciéndolo un individuo activo.
Anteriormente, según Freud, se creía que para la edad de
50 años la personalidad del adulto ya había quedado establecida de manera permanente.
Después de algunos estudios, los teóricos humanistas Maslow y Rogers consideraron
que la edad media es una oportunidad para tener cambios positivos en la
personalidad. Maslow lo define como “la autorrealización de la madurez” y
Rogers como “el funcionamiento pleno de la armonización del yo con experiencia”.
Existen dos teorías que explican o detallan el tipo de
relaciones sociales que se dan en esta etapa. La teoría de la caravana social,
la cual es el agrupamiento por características (género, raza, religión, edad,
etc.) de las personas junto con sus peculiaridades (roles de vida, eventos,
finanzas, problemas, recursos, etc.), todo esto influye de gran manera para
formar su círculo social afín. En la teoría de la selectividad emocional el
adulto tiene como fin el ver tres características en las personas: ser una
fuente de información, una ayuda a desarrollar y mantener un sentido de sí
mismo y una fuente de placer y/o confort emocional para tener mayor afinidad
emocional.
Actualmente muchos matrimonios terminan en divorcio a
diferencia de otras épocas en las que se esperaba que duraran más tiempo
casados como era la costumbre después de que los hijos crecían y se iban de
casa. Según estudios realizados se notó
que mientras más joven el matrimonio se tenían más problemas (una razón puede
ser que los hijos todavía están casa por ende a más problemas en el hogar) a diferencia
de los matrimonios con más tiempo de unión donde tienden a estar más
satisfechos (mayor estabilidad económica, los hijos ya no están en casa, etc.).
Se sabe que en un matrimonio si la relación sexual es satisfactoria hay mayor
estabilidad emocional. Al darse una separación y/o el divorcio, el hombre
tiende a deprimirse más si está solo o en cohabitación, ya que su máxima
preocupación es el no tener quien cuide de él al llegar a su vejez, al
contrario de las mujeres que igual pueden gozar de compañía íntima sin tener
que llegar al compromiso formal ya que no quieren batallar con el tener un
esposo de nuevo.
Por todo lo visto, nos damos cuenta que esta etapa
conlleva cambios significativos en la esfera biopsicosocial, principalmente en
el aspecto social. Pues las relaciones personales comienzan a cambiar debido a
la madurez del yo, el adulto comienza a buscar a sus semejantes, si existe
algún rencor o resquemor, tratan de sanarlo para llevar una mejor relación con
sus amistades o familiares. Comienzan a acercarse más a los padres ya sea para
buscar apoyo en todos los sentidos para así poder sentirse completos
en todo lo que se está viviendo. Algunos, aunque retirados o
jubilados, siguen siendo miembros activos de la sociedad al tener actividades o
hobbies que sean de su interés.
Bibliografía
Papalia, D., Wendkos, S.,
Duskin, R. (2010) Desarrollo Humano.
México: McGraw Hill
Berger. (2008) Psicología del Desarrollo Adultez y Vejez. Madrid:
Editorial Médica Panamericana
Madariaga, J., Goñi, A.
(2009) El desarrollo psicosocial. Revista
de Psicodidáctica. Vol. 14. No. 1. Pp. 95-118. Universidad del País Vasco.
España. Recuperado el 21 de mayo de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17512723007