Durante la etapa de la niñez media, que abarca de los 6 hasta
los 12 años, el crecimiento de los niños se reduce considerablemente, es mínima
la cantidad que crecen, está establecido que suben de 5 a 7 centímetros durante
esta etapa y su peso aumenta en masa muscular. Dada la inactividad que hay hoy
en día por el uso de tanta tecnología como entretenimiento y la herencia
genética, los niños de esta edad pesan 5 Kg más en su peso establecido que los
de hace 40 años. Es por esto que es de gran importancia que hagan mucho
ejercicio, su consumo de calorías debe estar en 2400 diarias, basándose en una
dieta balanceada de frutas, verduras, granos y carbohidratos.
Sus
necesidades de sueño disminuyen conforme van creciendo, las razones más comunes
pueden ser: el hecho de que establecen sus propios horarios de acostarse
autorizados por los padres, el excesivo uso de la televisión, video juegos y el
internet, causando problemas como la somnolencia y el insomnio que dan pie al
bajo rendimiento en la escuela y/o tareas del hogar.
El desarrollo más notorio del cerebro se da entre los 7 y los 12 años, sus funciones pasan de ser básicas a más específicas, el cambio consiste en la pérdida de materia gris y la poda de dendritas que ya no se utilizan para dar paso a materia blanca y fibras nerviosas en los lóbulos parietales, frontales y temporales, estos cambios ayudan a mejorar el nivel de comprensión, las funciones de orden superior, el desarrollo del lenguaje, hay mejora en su aparato motriz, tono muscular, la atención y los estados emocionales. Hay un engrosamiento de la corteza cerebral en los lóbulos temporal y parietal, adelgaza la parte posterior de la corteza frontal y parietal del hemisferio izquierdo, esto se relaciona con un mejor vocabulario en las pruebas de inteligencia.
Como ya se mencionaba, las habilidades motoras del
niño siguen en desarrollo, desafortunadamente se ha encontrado en estudios
recientes que los niños de hoy en día dedican menos tiempo a los deportes y
actividades al aire libre que hace 30 años; lo cual da pie a la falta de
condición física, obesidad, problemas de relación, etc.
En la
escuela, los juegos durante el recreo son muy importantes ya que ayudan a
seguir desarrollando el esqueleto y los músculos, canalizan la agresión, ayudan
a mejorar la expresión verbal y cultivan el sentido de la competencia sana.
Los
cambios físicos son más notorios en las niñas que en los niños ya que se
desarrollan más rápido, es sabido que en las mujeres hay más preocupación por
el físico que en los hombres, entre los
10 y 12 años, las niñas empiezan a preocuparse más por estar delgadas y siempre
verse bien, este tipo de preocupaciones pueden dar pie a trastornos
alimenticios como la bulimia y la anorexia.
El sobre
peso es otro trastorno que puede suscitarse y si no se cuida resulta en
obesidad al llegar a la adultez con sus repercusiones: sufrimiento emocional,
problemas físicos, sociales y riesgos de salud como hipertensión, enfermedades
cardiacas, diabetes, etc.
Los
accidentes durante esta etapa son muy comunes, los niños se vuelven más activos
físicamente y no suelen tener precaución; en algunos estudios estadounidenses
se ha encontrado que la mayoría de las muertes entre los estudiantes son debido
a daños cerebrales.
Respecto
a la evolución cognitiva del infante en este periodo, según Piaget comprende a
la etapa Operaciones Concretas. En este estadio madura su capacidad lógica para
la resolución de conflictos particulares y sencillos. En primera instancia se
presenta el pensamiento inductivo y el pensamiento deductivo, cuya
característica principal funge dentro de situaciones que requieran una
resolución de conflicto de manera lineal, lógica y literal. Es decir, sino
obtuvieron el aprendizaje mínimo de los procesos anteriores, será muy difícil
para el niño resolver problemas más complejos, viéndose reflejado en el
desempeño escolar o el ámbito familiar; pues lo anterior funciona como cimiento
para el desarrollo del Razonamiento Moral.
Este
razonamiento consiste en la comprensión de lo bueno y lo malo. Entonces, el
niño va comprendiendo lo aceptado y lo
castigado; va adquiriendo la empatía social que le permite regular y modular
sus acciones y juicios de acuerdo al ambiente en donde se esté desenvolviendo.
Debido a
los cambios fisiológicos del infante, el sistema nervioso va desarrollando más
conexiones neuronales, aumentando en cantidad los axones que lo componen; a
esto se le conoce como Sustancia Blanca, ganando espacio a razón de la Materia
Gris que va perdiendo su utilidad. Estas conexiones nerviosas le permiten al
niño desarrollar más capacidades intelectuales.
La memoria es un claro ejemplo. El desarrollo de la memoria se va alimentando de ejercicios y técnicas que estimulan la necesidad de recordar situaciones, tareas y labores. Para lograr la maduración mnemotécnica se tiene como objetivo principal la estimulación de la metacognición, es decir, hacer consciente los procesos de aprendizaje del niño durante sus actividades.
Si bien
es cierto, la memoria es una prueba fehaciente del desarrollo cognitivo del
infante, también se tiene en cuenta los aspectos intelectuales en esta etapa
del desarrollo humano. A lo largo de la historia de la psicología y medicina,
se han realizado varios procesos para la medición del Coeficiente Intelectual
poniendo en debate a los expertos con respecto a la veracidad al momento de
cuantificar un C.I.
Las
primeras pruebas psicométricas realizadas tienen su base de la frenología y la
primera escala propuesta por Binet y sus predecesores como Stemberg y Weschler;
cuyas pruebas respectivas fueron el ABC y Escalas Weschler de Inteligencia.
Entonces,
tenemos un debate con respecto a los factores que influyen en el proceso
intelectual. No obstante, se sabe hoy en día que la inteligencia se constituye
a través de constructos socioculturales, a su vez con una carga genética
importante. Es decir, que las condiciones sociodemográficas del niño, cultura,
antecedentes heredopaternales; juegan
una función muy importante en la estimulación intelectual del infante. Además
la asistencia en centros escolares influirá considerablemente el grado de
significancia en el proceso intelectual.
Una
evidencia del desarrollo cognitivo en los niños es aumento de su vocabulario y
capacidad de hacerse entender e interpretar mejor la comunicación.
Tenemos
entonces, un aumento considerable en la comprensión y formulación de la
sintaxis: cada vez usan verbos más precisos, son muy comunes las analogías y
las metáforas, van comprendiendo que una palabra tiene más de un significado.
También se tiene conocimiento acerca de que a esta edad son más pragmáticos, es
decir, la interpretación es más concreta y literal.
Una vez
dada la maduración cognitiva da paso a procesos aun más complejos. Uno de ellos
es el crecimiento emocional, que consta de elementos tales como el autoconcepto
y el autoestima. Dichos elementos se verán reflejados de acuerdo a la
psicodinámica en que se desenvuelve el niño; pues es dentro de la familia donde
adquiere las primeras habilidades sociales así como el desarrollo de su
personalidad y empatía que dará pie a futuras condiciones emocionales o en su
defecto psicopatológicas.
La
exploración social del niño dentro de la escuela es, sin duda, un elemento crucial
para su desarrollo. Los infantes aprenden a socializar a través de las
instituciones educativas. Es aquí donde desenvuelven en lo que se le conoce
como grupos de pares, que se define: sus
compañeros de clase o de juego. En esta etapa del desarrollo el género y rol
juegan un papel importante, pues los infantes se reúnen, principalmente, con
compañeros de su mismo sexo.
Con lo
anterior expuesto, les permite generar un sentido de pertenencia que fungirá
como base para el desarrollo de la intimidad. Por lo sucesivo, esta acción
genera fricciones entre los compañeros, proliferando casos de acoso escolar,
violencia (física o verbal), aumento o disminución de la popularidad.
En casos
particulares, los niños suelen tener muchos amigos pero la calidad de estas
relaciones son poco intimas y afectuosas, prefiriendo los juegos bruscos como vía
de comunicación y entretenimientos. En contraparte, las niñas suelen tener
menos amistades pero son mas intimas, prefiriendo los juegos de verbalización,
comunicación y conteo. Se preocupan más por la apariencia física que los niños.
En
conclusión, la segunda niñez es una etapa crucial ya que en ella se dan, en
cuanto a lo físico, los cambios corporales que los definirán como adolescentes,
las habilidades sociales para relacionarse con los de su entorno, sus procesos cognitivos
se tornan más complejos para mejora de su razonamiento lógico y moral; su
lenguaje se torna más elevado teniendo una mejor comprensión de las situaciones
en su ambiente y de esa manera poder expresarse, toma conciencia de que existen
diversas formas adecuadas e inadecuadas para la comunicación.
Mientras
que en etapas anteriores, niños y niñas se desarrollaban de una forma similar,
en la niñez media los cambios de conducta, procesos físicos incluso los
cognitivos, son notoriamente diferentes entre los niños y las niñas.
Prefiriendo los niños los juegos físicos más que la comunicación y en niñas la
amistad intima que la actividad física.
En
adición, desde una perspectiva piagetana el desarrollo evolutivo en esta etapa
del humano, se caracteriza por la manipulación de objetos en forma más independiente,
obteniendo procesos básicos del pensamiento como la clasificación, matemáticas
básicas, mejoran su velocidad de raciocinio, mejor medición de problemas
lógicos y otras relativas del índole social. Es imperioso recordar que la
actividad mental permanece apegada a lo concreto, literal y lineal; sin
posibilidades de identificar la existencia de más soluciones a un problema en
particular.
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