Andragogía
El estudio de la andragogía nace a partir de la
necesidad de encontrar los métodos y
técnicas de enseñanza para los adultos, ya que su manera de aprender es
distinta a la de los niños; sus objetivos y metas son diferentes.
Si bien es
cierto, la experiencia de vida es un elemento primordial en el proceso de
enseñanza-aprendizaje en adultos, pues en ellos se requiere la utilización próxima
de los recursos teóricos así como la aproximación sucesiva al ámbito laboral o
real. Por lo tanto, es de suma importancia apropiarse más rápidamente de los
conceptos y procesos específicos de la temática en curso.
Palabras
claves: andragogia,
pedagogía, educación, adultos, enseñanza activa.
“Andragogía es la ciencia y el arte que,
siendo parte de la Antropología y estando inmersa en la educación permanente,
se desarrolla a través de una praxis fundamentada en los principios de
Participación y Horizontalidad; cuyo proceso, al ser orientado con
características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite
incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida, y la
creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una
oportunidad para que logre su auto-realización”[1]
El término se
utilizó por primera vez en 1883 por el Alemán Alexander Kapp, estudioso de las
ideas platónicas sobre la educación. En la época de los 60 se aplica el
concepto en Europa y Estados Unidos para referirse a los métodos, técnicas,
fines, y en general, a todo el currículum diseñado para llevar a cabo la
educación integral en los adultos.
A principio de los 70 es utilizado por Malcolm
Knowles[2],
considerado como el padre de la educación de los adultos. Introdujo la teoría
como el arte y la ciencia de ayudar al aprendizaje de los adultos. Consideraba que los adultos
necesitan ser participantes activos en su propio proceso de aprender. Knowles
(1970) manifestaba que “los adultos
aprenden de manera diferente a los niños y que los entrenadores deberían
utilizar un proceso diferente para
facilitarlo”.
Al hablar de
Andragogía, para diferenciarla de la Pedagogía, esta se basa en la distinción
de los propósitos, fines, formas de atención, tipos de materiales y formas de
evaluación de sus aprendizajes. Algo muy importante dentro de la Andragogía es
que se debe tomar en cuenta las características bio-psico sociales de cada
individuo, sus experiencias anteriores, presentes; futuras. Para John Dewey[3],
(1983) “toda auténtica educación se efectúa mediante la
experiencia”.
Su metodología
de la enseñanza centra su interés en el adulto, como un ente responsable,
autogestor de su proceso de aprendizaje y comprometido consigo mismo.
Consta de seis
principios básicos: 1. la necesidad de conocer al alumno; 2. el concepto
personal del alumno; 3. su experiencia previa; 4. su disposición para aprender;
5. su inclinación al aprendizaje, y 6. su motivación para aprender.
Dentro de la
Andragogía el docente es considerado como un facilitador, el cual se encarga de
orientar, ayudar, y cooperar con el estudiante para llegar a alcanzar sus metas
de aprendizaje. Promueve la reflexión, imaginación y creatividad. Mantiene una
relación horizontal, de actitud proactiva, recíproca y de compromiso hacia los
logros.
Hoy en día se
cuenta con la metodología y recursos necesarios para poder obtener una mejor
educación en niveles superiores ya que no se pueden aplicar las mismas
estrategias en los adultos que en los niños como en la Pedagogía. Ernesto
Yturralde[4]
expresa: Andragogía es al adulto, como
Pedagogía al niño”. Se puede ver que el ser humano es capaz de aprender a
cualquier edad, ya que son seres incompletos y se van completando a lo largo de
los años con sus vivencias personales. Ya como adultos se sabe lo que se quiere y que
metas se quieren lograr, la escuela de
la vida es que la da más herramientas para salir adelante y se pueden utilizar dentro
del aula para poder desempeñarse mejor como estudiantes. Los adultos se motivan
por la necesidad de seguir mejorando.
Se sabe que el
facilitador y el estudiante tienen las mismas condiciones, ambos tienen amplios
conocimientos y la capacidad de ser críticos, analíticos y comprensivos. Pueden
participar sin ninguna complicación, se tiene conciencia de los deberes
(responsabilidad), pueden debatir usando un criterio ya formado, tomando en
cuenta que cada uno tiene la madurez suficiente para hacerlo. El enfrentarse a
nuevos retos como adultos implica una sinergia de esfuerzos centrados para lograr efectivamente
la meta trazada.
Referencias bibliográficas
Aguilar, M. (2011, diciembre) Revista Uruguaya de
Cardiología. Andragogía, educación durante toda la vida, vol. 26,
no 3. Extraído el 15 de noviembre, 2012, de http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0797-00482011000300001&lng=es&nrm=iso
Caraballo, R. (2007). Red de revistas científicas de
América Latina, el Caribe, España y Portugal. La andragogía en la educación superior, vol. 22, núm. 2. Extraído
el 15 de noviembre, 2012 de http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=65822208
Fernández, N. (2001). Dirección de Educación Continua.
Andragogía. Su ubicación en la educación
continua. Extraído el 15 de noviembre, 2012 del sitio web de la Universidad
Nacional Autónoma de México: http://www.unam.mx/redec y luego http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/021123224856.html
Torres, F. Órgano de comunicación del CICESE. Andragogía, el aprendizaje en los adultos,
75. Extraído el 15 de noviembre, 2012 de
http://gaceta.cicese.mx/ver.php?topico=articulos&ejemplar=75&id=152
[2] Pedagogo estadounidense. Considerado el padre de la educación para
adultos y uno de los mayores defensores de la andragogía.
[3] Filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense (1859-1952)
[4] Facilitador & Conferencista internacional. Conferencia Andragogía…
Educación del ser humano en la etapa adulta
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